sábado, 7 de junio de 2008

Sin cura de ti.


Con blanco aliño

sazonas mi piel.

Con poco olfato

lames mi aroma.


¡Y vuelves a comenzar!

Enamorando mi cascaron

teñido en miel canela.


Ya no me queda tranquilidad

de un mañana más sano

de la plaga de tu cuerpo

que habita en mis deseos de fornicadora.

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